lunes, 28 de junio de 2010

Capítulo 6 "La Gran Celebración" (parte I)

Era como otro día cualquiera, solo que Rikki no paraba de subir y bajar las escaleras de la casa. Había venido para ayudarme a escoger las cosas que tenía que ponerme para la “Gran Celebración”. Se celebraba en una casa que estaba al lado del instituto, bastante grande para que pudiéramos estar bastantes personas. Bueno, Rikki estaba obsesionada porque estuviéramos las dos perfectas, más bien ella, quería estar maravillosa para Chad. La verdad es que no sabía que le gustaba de él, cuando lo conocí era un antipático, no sé si había cambiado. (Esperemos que si…) Yo quería que pasara rápido, ya que después serían vacaciones de verano.

-Bueno Megan, me voy ya, mis padres me estarán esperando para comer, ¿sabes? Les voy a presentar a Chad, espero que les caiga bien.-Dijo con esperanza.

-De acuerdo, te acompaño a la puerta.-Fuimos a la entrada.

-Adiós Megan, nos veremos después.-Me dijo contenta.

-Por supuesto, suerte con Chad, ya verás que vais a terminar saliendo.-Le dije con una sonrisa.

-No estoy segura de eso…-Dijo pensativa.

-Acuérdate de mí que te lo digo.-Le dije.

Sólo se río. Lo que estaba a punto de pasar ahora no me lo esperaba. Le abrí la puerta, y estaba ahí, delante nuestra, estaba quieto, mirándome fijamente a los ojos.

-Hola chicas.-Dijo algo cortado.

- Oh… hola Peter.-Dijo Rikki. Nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que Rikki rompió el silencio.-Bueno… os dejo… hasta luego.-Y se fue, pero antes echándome una mirada como de ¿Preocupación?

-¿Puedo pasar?-Preguntó algo incómodo. Yo también me sentía igual que él… pero mucho peor…

-Si.- Cerré la puerta, esta vez no me senté en el sofá como hacía otras veces cuando él venía, si no que esperé justo al lado de la puerta, no me moví de allí.

-¿Qué quieres?-Le pregunté seria.

-Megan yo… yo…-Suspiró.-Solo quería pedirte perdón, estas últimas semanas no me he comportado como es debido contigo.-Dijo con culpabilidad.

-Tienes toda la razón, ¿Se puede saber por qué estabas tan rarito conmigo?

-Lo siento, perdóname, por favor.-Me miró con ansiedad.

-No me cambies de tema.-Dije enfadada.-Contéstame, la última vez que estuviste aquí parecía que te pasaba algo.-La cara le empezó a endurecerse.

- A mí no me pasaba nada.-Se le oyó encajar la mandíbula.

- Peter sabes que me lo puedes contar todo, ¿no?- Estaba bastante preocupada por él, tanto tiempo comportándose así… no sé, había cambiado de un momento a otro, se me hizo extraña la situación.

- Lo sé Megan, pero… esto es privado.- Sé que quería contármelo, por su expresión, pero no lo hacía…

- ¿Es tú padre, te ha hecho algo?- Me acerqué a él más preocupada aún.

- Que no Megan, él no me ha hecho nada.-Su voz no parecía decir lo mismo.

- ¿De verdad?-Todavía dudaba, además la cara que había puesto ahora lo delataba.

- ¿Te importo tanto como para que me estés interrogando?-Me preguntó.

- Eres mi amigo y me preocupo por ti.-Le dije.

- Ya pero eso no significa que me tengas que interrogar, no eres mi madre sabes.

No sabía que contestarle, nunca se había dirigido así a mí…estaba extraño…muy extraño, pero como seguía con ese carácter le respondí:

-Tienes que irte ya, tengo que prepararme.-Mi voz sonó tranquila, como yo quería.

- ¿Vas a ir a ese estúpido baile?

Yo ya no sabía qué hacer me estaba volviendo loca, tenía ganas de empezar gritar de la rabia, pero lo dejé pasar, no sé si no tenía buen día o qué, pero sabía que le pasaba algo, algo que ni siquiera a su mejor amiga se lo podía contar…

-¿Si, por qué, pasa algo?-Le pregunté bastante cabreada.

-Nada déjalo, haz lo que quieras.-Y se fue.

La verdad es que el tiempo pasaba muy rápido, cada vez que miraba el gran reloj que había en el centro del salón habían pasado veinte minutos exactamente, lo cual significaba que faltaba muy poco para que viniera Iván a buscarme. Mientras terminaba de colocar las cosas en mi bolso puse la radio, últimamente no había estado escuchando mucha música que digamos. Cuando termine me miré en el espejo que tenía en mi habitación, ¿Quién era esa chica? Estaba totalmente cambiada con ese maquillaje que me había elegido Rikki, “Espero que cuando Iván me vea no le dé un patatús” pensé. En ese instante sonó el timbre, cogí el bolso y bajé, despacio abrí la puerta por si acaso su reacción no fuera de mi agrado. Se le pusieron los ojos como platos y abrió un poco la boca por causa de la sorpresa, me empecé a reír.

-Que conste que ha sido Rikki.-Le dije sonriendo.

-Pues te ha dejado espléndida.-Dijo mientras me miraba.

-Muchas gracias.-Contesté mientras cerraba la puerta.

El coche que tenía, cacho coche, nada más ni nada menos que un porsche negro, la verdad es que no me hacía mucha ilusión montar en él como otras chicas que se le acercaban y se lo pedían. Me abrió la puerta del copiloto y dijo:



-Las damas primero.-Le respondí con una sonrisa.

A lo lejos dislumbre unas siluetas oscuras, cuatro para ser exactos, cuando se fueron acercando podía ver con más claridad, eran unas chicas, con el maquillaje que tenían y como se vestían aparentaban mi edad, pero si te fijabas bien eran mucho más pequeñas que yo.

-Bonito coche.-Le dijo la pelirroja.

-Pero más guapo eres tú.-Dijo la rubia, Iván se empezó a reír.

-Si queréis ligar, hay muchos tíos por ahí.-Mientras, las cuatro chicas empezaron a rodearle.

-Pero no queremos ligar con otros tíos.-Dijo la morena mientras se acercaba a él. En ese instante miré el reloj, la fiesta había empezado ya hace quince minutos.

-Pues se siente, ya estoy cogido.- ¿A quién se refería? No me había contado qué tuviera una novia, hasta que después capté por donde iba…

-¿Es tú novia?-Preguntó la última mientras señalaba hacia mí. Decidí salir. Me bajé y fui caminando alrededor del coche hasta llegar al lado de Iván, las chicas me miraban con celos al caminar. Cuando llegue Iván me rodeó la cintura con uno de sus musculosos brazos para disimular.

-¿Quiénes son?-Pregunté mientras le ponía la mano en el hombro, podía sentir como la rubia me miraba fijamente con mucha envidia, “si que están desesperadas” pensé.

-Son unas chicas que se habían perdido.-Dijo mientras las miraba.

-Bueno, ¿nos vamos? Hace mucho frío.-Iván empezó a quitarse su chaqueta. Él también quería llegar ya, se le notaba que quería fiesta.

-Toma, entra en el coche, ¿vale? Yo les voy a decir a donde tienen que ir.-Hizo signos de dármela para que me la pusiera yo, pero para fastidiarlas me la puso él.

-De acuerdo.-Le sonreí y le besé en la mejilla... Parecía que él no se lo esperaba porque se sobresaltó un poco, pero no se noto. La rubia parecía que de un momento a otro se me iba a tirar encima, la pelirroja se dio cuenta y le toco el brazo. Regresé dentro del coche e Iván les dijo unas cositas.

-Es mejor que os vayáis y también es mejor que liguéis en otro sitio, no en medio de la calle si no queréis que la gente piense mal.-Les dijo.

-A nosotras no nos importa lo que diga la gente, somos libres de hacer lo que nos dé la gana.-Dijo la cuarta de pelo negro.

-De acuerdo, haced lo que os dé la gana.-Y se sentó dentro del coche.

Arrancó el coche, y cuando ya las habíamos dejado bastante atrás empezamos a reírnos.

-Pero que se creen, si tienen al menos dos años menos que nosotros.- Empecé a decirle entre carcajadas.

-Ya ves, lo que les dejan hacer los padres.- Dijo mientras parábamos de reírnos.

-Pero lo gracioso fue que se tragaron que éramos novios.-Le dije riéndome un poco.

-Eso es verdad, pero lo que más me hizo gracia fue cuando te puse la chaqueta, la pelirroja me miró con una cara.-Empezó a reírse de nuevo.

-¿Pero tú no vistes cuando te di un beso en la mejilla, como se puso la rubia? Enserio, un poco más y me come.-Me uní a sus risas otra vez. Cuando mencioné lo del beso me pareció que se había encogido un poco.-Muchacho, vuelves a las chiquillas loquitas.-Volvió a reírse. Murmuró algo para sí mismo que no logré escuchar.

-Bueno, ¿Y qué piensas hacer en verano?-Preguntó.

-Pues no sé, me supongo que iré a ver a mi padre a los ángeles. Mierda.

-¿Qué pasa?-Me miró extrañado.

-Se me ha olvidado la chaqueta, y hace un frío que pela.-Contesté.

- ¿Quieres que regresemos?-Preguntó mientras encendía la calefacción.

-No, da igual.-Le dije.

-Cuando tengas frío coge mi chaqueta.-Me ofreció.

-De acuerdo, gracias.-No me había dado cuenta de lo elegante que estaba, en verdad demasiado elegante, “pues si que se lo tomó enserio” pensé. Aunque me gustaba bastante como le quedaba, parecía un caballero, lo hacía más… no sé, ¿sofisticado?



-Que elegante vas.-Le dije mientras él se hacía el pelo para atrás.

-Gracias, aunque creo que es más elegante para mi gusto, pero es normal, ya que lo ha elegido mi padre.-Dijo suspirando. De pronto empezó a reírse.

-¿Pasa algo?-Le pregunté.

-No, solo que mis padres se han vuelto majaretas.-Seguía riéndose.

-Ah, ¿se puede saber por qué?-Tenía bastante curiosidad ya que nunca me había hablado de ellos.

-Nada tonterías.-Dijo con una mini-sonrisa.

-No, ahora me lo dices, no me puedes dejar con la intriga.-Le miré esperando su respuesta.

-Está bien, pero es una chorrada.-Se paró por el semáforo en rojo y aprovecho para mirarme a la cara.-Creo que lo que nos acaba de pasar ahora puede ser tu respuesta.-Me quedé callada, creo que le dio un poco de vergüenza, después de eso me reí. El semáforo se puso en verde.

1 comentario:

Paola López dijo...

Aaaaaaaaajajaj ya se Q pasa con los padreees juasjuasjuasjuas xD
Tiooooooooooooooooo te sales, eres la mejor, aparte de de escribir super bien, escribes con mensajes, por ejemplo eso de la chiQillas Q Qerian ligar, jajajaja! Q me rei con eso jajaja!
ERES GENIAL
en serio, nunca lo dejes porQ eres muy buena (y no lo digo poRQ sea tu hermana xD)
Escribe el prox cap ya Q las lectoras se QEdaran... ein? xD
Looove youuu <3